A medida que Ucrania entra en el cuarto año de la invasión a gran escala rusa, las embarazadas, especialmente las que viven más cerca de las zonas de primera línea, siguen enfrentando las consecuencias de la guerra.
Una iniciativa que marcará una diferencia importante es la de las salas de maternidad a prueba de bombas.
El UNFPA, la agencia de la @ONU_es para la salud sexual y reproductiva, está apoyando la construcción de nuevas unidades subterráneas reforzadas para maternidad y recién nacidos. Estas unidades especializadas, diseñadas dentro de un refugio antibombas, garantizarán que las mujeres den a luz en condiciones más seguras a pesar de los ataques.
La necesidad es urgente. La tasa nacional de nacimientos prematuros en Ucrania es del 6 %, según datos de 2023, y es aún mayor en las zonas más próximas a los combates. La tasa más alta se encuentra en Jersón, donde el 11,8 % de los bebés nacieron prematuramente; casi el doble del promedio nacional.
La región de Jersón también tiene la tasa de mortinatalidad más alta de Ucrania. Se cree que el estrés de la guerra contribuye a estos devastadores resultados de salud para las mujeres embarazadas y sus familias.
"Estamos en una ciudad fronteriza, y aquí el estrés es la causa más común de parto prematuro", afirma la Dra. Ustymenko, quien trabaja en la sala de maternidad del Centro Regional Perinatal de Járkov.
Afortunadamente, algo de alivio está por venir. En la actualidad se trabaja en dos unidades subterráneas especializadas de maternidad y recién nacidos: el Centro Perinatal de la ciudad de Jersón y el Centro Perinatal Regional de Járkov. Estas unidades serán las primeras de su tipo en Ucrania.
Desde el inicio de la invasión a gran escala, Járkov ha sufrido implacables bombardeos y ataques con cohetes. La nueva unidad garantizará que cuando las mujeres entren en labor de parto, estén alojadas en una sala que les brinde protección, eliminando la necesidad de reubicarse durante el parto si se produjera un ataque.
Járkov está situado a solo 30 km de la zona de primera línea, por lo que el sótano del centro perinatal ha servido con frecuencia como refugio antibombas para los residentes, así como para el personal y las pacientes. Al comienzo de la guerra, 150 personas se refugiaron allí durante tres meses para sobrevivir a los bombardeos.
Sin embargo, aunque de hecho ha salvado vidas, el espacio no ha sido renovado desde que fue creado. La nueva construcción será adecuada para su propósito, de modo que toda la gama de servicios perinatales se pueda llevar a cabo exactamente de la misma manera que en la unidad actual sobre el suelo, proporcionando así tanto la comodidad como el apoyo especializado que necesitan las mujeres embarazadas y los recién nacidos.
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